sábado, 30 de junio de 2012

Pensamientos Ocultos...

Ya han pasado las 23.00, estamos en la terraza, al fresco… Menos mal que la brisa que viene es muy agradable, el calor de esta tarde no se podía soportar, pero tras una buena ducha y una cerveza helada, me quedé nuevo, y puedo disfrutar de tu compañía tranquilamente.
Bebo whisky, solo en vaso ancho y con un hielo, como siempre… Bebo Talisker 18, mi bebida preferida, y mientras lo hago, charlamos… Tu, como no, tras haber estado “picándote” bebes lo mismo, aunque “mezclado” y con una cara menos agradable que la mía al probarlo, tendrás que adaptarte Jajajaja.

Mientras charlamos y bromeamos, como siempre no dejo de meterme contigo, no puedo evitarlo… Es que si te pones a la defensiva, no me dejas otra opción, y es más divertido que hablar sobre la noche tan bonita que hace, o la luna tan enorme, al menos reímos más, aunque no quieras admitirlo (y lo sabes).
Te relleno el vaso a medida que se acaba, siempre quieres beber poco, pero no seré yo el que beba solo, así que cuando te despistas… Ale, whisky nuevo, y tu con cara de “creo que quedaba menos en el vaso”, me miras de reojo, insinuando que lo he rellenado, y yo sonrío con cara inocente, y cambio el tema rápidamente.

La noche es larga, mucho más de lo que esperaba, la verdad, y han dado las 5.20 de la madrugada y seguimos con las bromas y las risas, estás cada vez más seguidas, pero acompañadas de alguna caricia disimulada, o algún roce que llama la atención en uno y otro caso.
Miradas que se cruzan insinuando cosas que los labios no dicen… Cosas que quedan en segundo plano ante bromas que intentan persuadirnos para dejarlas de lado, y que la noche acabe tal como empezó, entre risas y alcohol.


Pero ocurre… Que entre bromas, mientras te ayudo a llegar a tu habitación antes de llegar a la mía, te acorralo contra la pared, agarrando tus muñecas mientras te digo “ahora como pretendes escapar, valiente”, mirándote fijamente a los ojos, y sonriendo… Tu te revuelves un poco intentando soltarte, pero sin mucho convencimiento, sin querer que suelte tus muñecas, pero siguiendo el juego.
Me acerco un poco más, mientras agarro ambas muñecas con una de mis manos ahora, con la otra acaricio tu cuello suave y vuelvo a decirte “Venga valiente, escapa, demuestra cuan fuerte eres”… Y me quedo apenas rozando tu boca, la cual apartas, mirándome de lado, vuelves a tirar de tus muñecas, sin fuerza apenas.

Bajo a tu cuello, lo muerdo, jugando con mi lengua, mientras mi mano está en tu tripa, acariciándola lentamente… No te suelto las manos, tu sigues el juego, tirando, tratando de escapar, sin demasiada insistencia, pero sin dejarte hacer fácilmente… Mi mano sigue jugando en tu tripa, sube hacia tu pecho sin llegar a él, pues vuelve a bajar, dibujando con la yema de mis dedos… Notas mi respiración agitada en tu cuello, vuelvo a morderte justo antes de notar un suspiro escapando de tus labios.

Te giro de golpe, sin soltar tus manos, tus muñecas, y agarrando con fuerza tu culo con mi otra mano, lo aprieto, lo recorro, lo vuelvo a agarrar, dejándote notar mi respiración tras tu pelo, rozándote con mis labios a veces… Me deshago de tu camiseta, tú pataleas levemente, mi mano vuelve a subir por tu tripa, acariciando ahora si tus pechos, de uno a otro, acariciándolos, apretándolos, jugando con esos pezones duros…
Me froto contra ti, contra tu culo, haciendo que notes como mi polla cada vez está más dura, apretándola, oyendo tus suspiros más seguidos ahora, y como tu pequeña resistencia prácticamente ha desaparecido… Mueves tu culo frotándolo contra mi polla, mientras busco por primera vez tu boca.

Ahora es cuando tus pantalones caen al suelo de un tirón… Y tus braguitas son arrancadas por mis ganas hacia ti, mis ganas por follarte con fuerza, por deshacer tu cuerpo con el mío, provocar tu calor, tu humedad… Sueltas tus manos, te giras y comienzas a desnudarme… Poco tardas en librarte de mi camisa, y más lentamente, bajas besando todo mi pecho, mi tripa, juegas en mi cintura mientras desabrochas mi pantalón… Y comienzas a besarme sobre el boxer, negro, marcado, con mi polla intentando escaparse.


Lames sobre ellos, la muerdes suave y haces caer mis boxers… Agarras mi polla con tu mano, y comienzas a lamerla, primero la punta, jugando con ella, para después meterla en tu boca, comerla, chuparla sin parar… Primero despacio, luego a medida que termina de endurecerse más rápido, mientras acaricio tu pelo, agarrando tu cabeza y notas como se llena toda tu boca.
Te vuelvo a levantar, muerdo tu boca, la como con ganas apretándote contra mí… Tu cuerpo pegado al mío notando tu calor, y te aprieto contra la pared abriendo tus piernas, frotando de nuevo mi polla contra ti, contra ese coño que se nota caliente, húmedo.

Agarro tus piernas, bajo tus muslos, te levanto a la vez que como tu boca de nuevo en un largo y caliente beso, entonces meto de golpe mi polla hasta el fondo, no quiero esperar, quiero sentirte, quiero tenerte, quiero notar esa humedad, ese coño abierto mientras mi polla entra hasta el fondo… La dejo ahí un momento, justo antes de comenzar a follarte, a meterla y sacarla rápido, con embestidas fuertes contra la pared, tus primeros gemidos fuertes escapan, mientras yo ahogo los míos mordiendo tu cuello, dejando algunas marcas, como tu lo haces con los arañazos en mi espalda, unos más fuertes que otros.

Los golpes, las embestidas fuertes se suceden, cada vez más rápido, gritos, gemidos, suspiros siguen surgiendo… Cada vez más calor, sudamos, apretamos más los cuerpo, agarrando mi espalda para atraerme a ti, te susurro “Deseaba follarte Lidia”, y subo la intensidad sin parar… Solo quiero más y más fuerte, con cada embestida que sale y entra de nuevo hasta el fondo de tu coño… Hasta entre jadeos y gemidos corrernos, sin soltarte, dejando mi polla dentro, mirándote… Me miras, sonríes, no te mueves, ni yo tampoco y después…

Bueno, eso ya es otra historia…

0 Pensiero:

Publicar un comentario