lunes, 16 de abril de 2012

Pequeños Gemidos...


Y llegará el momento, la necesidad nos inunda, la pasión nos hace perder la cabeza… Tu cuerpo y el mío son uno, y no lo podemos evitar, no, no queremos hacerlo, te sitúas sobre mi, frotándote contra mi polla bien dura, buscando mi boca entre besos y mordiscos, entre caricias de mis dedos en tu espalda, que a su vez te atraen hacia mi.
Llegó el momento en que poco a poco te voy penetrando, abriéndome camino por tu coño mojado, caliente y deseoso de mi, tanto como yo de ti, de tu cuerpo, de tu boca y tus gemidos.
Tus mordiscos aumentan su intensidad a la vez que mi respiración, y que mis manos aprietan tu culo con fuerza al meter mi polla hasta el fondo, hasta el final.


Porque el deseo es infinito, y el calor y la humedad de ambos se unen junto a nuestros cuerpos, te mueves sobre mi en pequeños círculos, mientras mi boca te busca, mi lengua juega con la tuya, y bajo lamiendo hasta tu pecho… Te estremeces con una de mis embestidas, mientras tus pezones duros son recorridos y mordisqueados por mí una y otra vez.
Me vuelves completamente loco, te coloco de espaldas, recorriéndola con mi lengua mientras clavo mi polla de nuevo hasta el fondo, haciendo que escape un fuerte grito de entre tus dulces labios… Saboreo tu cuello, tiro de tu pelo, lo quiero todo, necesito más y más.
Seguimos sin descanso, infinidad de veces, de movimientos, de calor, de humedad, de deseo… Hasta terminar extasiados sobre cama, mirándonos el uno al otro.

0 Pensiero:

Publicar un comentario