Duro
lunes el que tuvo Paolo en la oficina, muchas discusiones con compañeros de
trabajo, una reunión muy importante con su jefe, dos entrevistas con clientes,
todo un caos.
Llego a
casa sobre las 23:00 de la noche, dejo el coche en el garaje, subió en el
ascensor, no sin antes comprobar que llevaba las llaves encima, y mientras
subía al tercer piso, volvió a encontrarse con la invitación que le había dado
Julia.
Julia
pasó todo el día estudiando, sentada en su escritorio frente a la ventana veía
las gotas de lluvia estrellarse contra esta, y disfrutaba del sonido que producían,
por momentos se quedaba con la mirada perdida, hasta reaccionar y recordar que
tenía que prepararse para los dos exámenes que tenía al día siguiente.
El
martes amaneció de la misma manera que el día anterior, con una lluvia incesante
aunque quizás algo más débil… Paolo repitió su “rutina” habitual de cada día,
despertarse, ducha, desayuno, lavado de dientes, y al coche, rápido al trabajo…
Y hasta la tarde/noche.
La
joven Julia salió camino de la universidad, esta vez con un chubasquero
amarillo, camino del primero de los exámenes que le esperaba, Gramática griega,
la odiaba profundamente.
Al
salir del examen tenía una hora antes de entrar al siguiente, y se quedó
hablando con su mejor amiga, Paula.
- ¿Qué tal
te ha ido el examen Paula?
-
Genial, ha sido muy fácil, la verdad es que esperaba algo peor.
- ¿En
serio? Yo seguro que he suspendido…
- Pero
si es todo lo que hemos dado en clase.
- No se
me da bien esta asignatura, está claro. Oye, ¿Sabes que me ocurrió ayer?
- Dime.
- Casi
me atropellan a dos calles de la residencia.
- ¿Y
eso? ¿Estás bien, no?
- Si,
si, fue culpa mía, crucé sin mirar y… Menos mal que tuvo reflejos.
- Estás
loca, siempre con tantas prisas, deberías relajarte un poco. ¿Le pasó algo a la
persona del coche?
- No,
no, solo el susto… Me soltó una buena bronca, y me dijo que no se pasaría por
el pub.
- ¿El
pub? ¿Le dijiste que se pasara por el pub a la persona que estuvo apunto de
atropellarte?
-
¡Claro! Quería disculparme, era un hombre, mayor, y guapo, la verdad…
- Ahora
me dirás que te gustó.
- ¡No!
Pero creo que no era tan serio como quiso parecer.
-
¡Estuvo apunto de atropellarte, como querías que estuviera!
- Ya…
Bueno, seguro que volveremos a vernos.
- En serio
Julia, a veces pienso que estás completamente loca.
Tras la
conversación se dedicaron a estudiar juntas para el siguiente examen… Mientras
Paolo continuaba con la rutina, en este caso más variable, del trabajo, y como
cada mañana, primero a repasar la agenda con María, su secretaria.
- A ver
María, ¿Qué tenemos hoy?
- A
primera hora reunión con el Sr. Martínez. Después con el Sr. Márquez. Comida. Y
tarde de trabajo sin más reuniones, el grupo está preparado.
- De
acuerdo, gracias, avísame cuando llegue el Sr. Márquez.
El
grupo eran tres personas que trabajando junto a él, Manuel, Francisco y José,
este último aun a prueba. A primera hora, como bien le había dicho María tenía
reunión con el Sr. Martínez… Su jefe, el cual se había llevado bastante bien
con el durante muchos años, pero que ahora andaba algo distante, y más
alterable de lo habitual.
Julia acabó
su segundo examen y tras despedirse de Paula se marchó a la residencia, tenía
una tarde para descansar… Y no pensaba perder la ocasión.
Llegó a
casa, y como cada día lo primero que hizo fue desnudarse y meterse en la ducha
durante media hora, después algo de comer, poca cosa pues era una horrorosa
cocinera, y por último a relajarse con una pequeña siesta en la cama.
Tras despertar
tomó un café, y practicó un rato con la guitarra, la cual tocaba desde los 11
años, y con bastante soltura, y dejo las horas correr sin pensar nada más que
en su música.
Paolo
tuvo un largo y cansado día una vez más, su jefe cada día estaba más
susceptible, lo cual les llevaba a discusiones que antes no habrían tenido. Esta
vez consiguió escapar del trabajo a las 20:00 y aprovechó para tomarse algo con
los chicos del “grupo”, todos empezaron con un cierto miedo al comenzar a
trabajar con él, y todos llegaron a la misma conclusión “Paolo es duro y te exige
en el trabajo, pero fuera de él, es uno más”.
Tras un
par de cervezas marchó a casa, y tomó un laaargo baño de agua muy, muy
caliente, cosa que se permitía una vez al mes aproximadamente, pues siempre
llegaba demasiado tarde y decidía darse una ducha.
Tras
ello preparó el traje del día siguiente (como hacía cada noche), y cocinó pizza
casera, mimándose un poco más, pocos días escapaba tan “temprano” del trabajo,
tenía que aprovechar, y procuraba hacerlo.
Antes
de tumbarse en el sofá, buscó la tarjeta de un cliente, la cual había recibido
el lunes y no sabía donde la había guardado. Tras revisar media casa, buscó en
el traje, encontrándola en un bolsillo interior del mismo, y volviendo a dar
una vez más, con la invitación recibida de Julia.
Se
quedó mirándola “Pub Blue Note”… Pensó en tirarla pero la acabó dejando sobre
el escritorio de la habitación, volvió a mirarla, y se marchó al salón para
tumbarse en el sofá y ver relajadamente la televisión.
Continuará…