Hoy voy
a escribir poco… Ayer, si, ayer… Me di cuenta que estábamos a día 23, y que hoy
era Nochebuena, momento en el cual el bajón fue importante. Primero porque
nunca me ha gustado la navidad, fecha de risas, alegrías y tiempo que pasar con
la familia… Una familia en la que siempre ha faltado alguien, para mi han sido
fechas de añoranza, y ahora si cabe aun más. De ahí el segundo motivo, Tú, no estás,
me falta mucha gente, mucha, más de la que debiera, y seguro que más de la que
mereciera… He tenido una vida dura y difícil en ese sentido, y los sabes. Pero
tú… Eras mi apoyo, eras mi todo, y fuiste el golpe casi definitivo, pues
también fuiste aliento para seguir adelante aun tras tu marcha.
Nada es
lo mismo en navidad si no tienes contigo a los tuyos… Yo tengo a mis amigos
siempre, que son como una familia para mí, y que siempre procuran que no esté
solo. Tengo a mi hermano, a mis peques, pero nada es lo mismo por mucho que
quiera, si no estás tú.
Quien
me arrastrabas de casa para ver los alumbrados navideños, quien me acompañaba
en compras de regalos, quien me arrancaba sonrisas en cenas en las que no
quería estar.
Tu
entusiasmo era similar al de un niño en los días de Navidad o Reyes, y eso,
pese a mis peques que me hacen sonreír, me sigue faltando.
Nunca
me ha gustado la navidad, en cierto modo, incluso llegué a odiarla por motivos
que no vienen al caso, pero que tú bien sabes. Pero aun así me “obligaste” a
vivirla, y ahora… Ahora nada es lo mismo y nunca lo será, llegarán tiempos
mejores, siempre tendré a mi gente, pero siempre me faltarás Tú.
Feliz
Navidad, y felices fiestas a todos los que leéis este blog.