Comenzó
a sonar la guitarra en el silencioso pub, siempre exigían respeto para los
músicos, y se rogaba que en la zona de actuaciones en directo el volumen de la
voz fuese más bajo.
El
repertorio paso desde Guns ’N’ Roses, Bon Jovi o Aerosmith, hasta James Blunt o
Jason Mraz.
Ella no podía dejar de mirar de reojo a la barra, aumentó su nerviosismo, no esperaba que estuviera allí, y mucho menos que estuviera solo, lo cual daba más valor aun a su presencia, no había ido de copas con los amigos, ni había quedado con nadie, estaba allí solo, porque quería, porque le apetecía.
Ella no podía dejar de mirar de reojo a la barra, aumentó su nerviosismo, no esperaba que estuviera allí, y mucho menos que estuviera solo, lo cual daba más valor aun a su presencia, no había ido de copas con los amigos, ni había quedado con nadie, estaba allí solo, porque quería, porque le apetecía.
Tras
llegar al primer descanso de la noche, se acercó a sus amigas y no pudo evitar
comentarles lo ocurrido, no solo esa noche…
- ¿Paula
te acuerdas del hombre que te dije que estuvo apunto de atropellarme?
- Claro
-
¿Estuvieron apunto de atropellarte y no me dijisteis nada?
- Si,
ya te contaré, Judith… ¡Pero ese hombre está aquí!
- ¿Cómo?
- Si, a
ver, anoche no os dije nada, pero me lo encontré aquí mismo, y charlamos.
- ¿Y
que te dijo? (Dijeron ambas amigas a la vez).
- Que
no quería saber nada más de mí, que fue simple coincidencia, que lo dejara…
- Espera
Judith, a ver, estuvo apunto de atropellarla por su culpa, tampoco iba a
decirle que la amaba…
- ¿A
todo esto, y quien es, me lo podéis decir?
- Yo no
lo conozco.
- A ver
chicas, es el hombre aquel de la barra, está solo con una cerveza en la mano y
una camisa negra.
- ¿¿En
serio?? Es guapísimo.
-¡Y muy
mayor Judith! Olvídate de él, Julia.
- Tengo
que volver a tocar.
Y así
fue, continuó tocando y tocando, saltándose incluso el segundo descanso,
simplemente quería tocar y tocar… Hasta que acabó con todo su repertorio de canciones
para esa noche, y acabó. Entre aplausos agradeció los mismos y se retiró
buscando a sus amigas, no sin antes echar una última ojeada a la barra, y
observar que él ya no estaba allí, y llevarse una nueva decepción.
Paolo
observo durante toda la noche la actuación de Julia sin apenas moverse del
sitio, estaba absolutamente absorbido por ella… Dos cervezas y un whisky
después, miró la hora y observó que era demasiado tarde, mañana tenía que trabajar, y no sería un día fácil tampoco.
Así que
se colocó la chaqueta, pagó sus bebidas y le pidió un favor a la chica de la
barra.
-
Disculpa, ¿Podrías darle esta nota a la chica de la guitarra? Es una amiga mía.
-
Claro, no hay problema.
Julia
volvió con sus amigas y les contó que él se había marchado, y que ciertamente
lo mejor que podría hacer es olvidarse del asunto, total, no lo conocía de nada…
Pero realmente aun pensaba que el destino les había hecho encontrarse, era algo
superior a ella.
Las
tres recogieron sus cosas y se dispusieron a volver a casa, cuando la chica de
la barra las llamó.
-
¡Julia!
- Dime
Marta.
- Un
hombre me ha dejado esto para ti, me ha dicho que era un amigo tuyo.
- ¿Un
hombre?
- Si,
llevaba vaqueros y camisa oscura.
- Ah si…
Gracias.
- Oye Marta, no pone nada.
- Dale la vuelta.
Continuará…
1 Pensiero:
Ejem... Ya me has dejado intrigada con el papelito... ¿Nº de teléfono o cuenta de Twitter?
Baci
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