miércoles, 1 de agosto de 2012

Una mirada...

Tan sencillo como una mirada, pese a conocernos desde hace tiempo, todo lo cambió esa mirada, ese susurro que de ella salía pidiéndote un simple beso, dulce, suave, tierno.
Tan fácil como una mirada, tras tantas bromas, tantas conversaciones, ha sido ese momento en que nuestros ojos se encontraron y el mundo se paró durante un breve espacio de tiempo.
¿Y entonces? Entonces he de obedecer a mi instinto, intentar saborear tu boca, recorrer cada milímetro de tu piel, sin dejar por descubrir ni un rincón de tu cuerpo.

Una simple mirada, que irónico ¿Verdad? Tanto tiempo y en apenas 5 segundos, quizás 10, todo ha cambiado… Ahora no solo te miro, te busco, te siento, te oigo aun sin hablarme.
Pero porque dar más vueltas a lo mismo, porque perder el tiempo en pensarlo siquiera, cuando en este momento tus labios están tan cerca de los míos que noto tu aliento.
Una mirada, la previa a ese beso que deseo, y que tanto tiempo he deseado aun sin saberlo… Un pensamiento oculto que descubrí en este momento, me pierdo en tus ojos y…


El beso, ese beso casi infinito, notando el calor y dulzura de tus labios, jugando con tu lengua, un beso que va más allá, con mis manos recorriendo tu espalda suave, sin perderse nada.
El beso que nunca quieres acabar, que no quiero que termine, que aumenta en ganas, en intensidad… Que hace crecer el ansia por tu cuerpo, por el mío.
Ese beso que precede a todo lo demás, todo lo que tu y yo sabemos que ocurrirá, mis manos se deslizan sin parar, y todo ello ha comenzado simplemente por una mirada.

Continuará…

0 Pensiero:

Publicar un comentario