jueves, 22 de noviembre de 2012

Encuentros en la Lluvia -2-



Duro lunes el que tuvo Paolo en la oficina, muchas discusiones con compañeros de trabajo, una reunión muy importante con su jefe, dos entrevistas con clientes, todo un caos.
Llego a casa sobre las 23:00 de la noche, dejo el coche en el garaje, subió en el ascensor, no sin antes comprobar que llevaba las llaves encima, y mientras subía al tercer piso, volvió a encontrarse con la invitación que le había dado Julia.

Julia pasó todo el día estudiando, sentada en su escritorio frente a la ventana veía las gotas de lluvia estrellarse contra esta, y disfrutaba del sonido que producían, por momentos se quedaba con la mirada perdida, hasta reaccionar y recordar que tenía que prepararse para los dos exámenes que tenía al día siguiente.

El martes amaneció de la misma manera que el día anterior, con una lluvia incesante aunque quizás algo más débil… Paolo repitió su “rutina” habitual de cada día, despertarse, ducha, desayuno, lavado de dientes, y al coche, rápido al trabajo… Y hasta la tarde/noche.
La joven Julia salió camino de la universidad, esta vez con un chubasquero amarillo, camino del primero de los exámenes que le esperaba, Gramática griega, la odiaba profundamente.
Al salir del examen tenía una hora antes de entrar al siguiente, y se quedó hablando con su mejor amiga, Paula.

- ¿Qué tal te ha ido el examen Paula?
- Genial, ha sido muy fácil, la verdad es que esperaba algo peor.
- ¿En serio? Yo seguro que he suspendido…
- Pero si es todo lo que hemos dado en clase.
- No se me da bien esta asignatura, está claro. Oye, ¿Sabes que me ocurrió ayer?
- Dime.
- Casi me atropellan a dos calles de la residencia.
- ¿Y eso? ¿Estás bien, no?
- Si, si, fue culpa mía, crucé sin mirar y… Menos mal que tuvo reflejos.
- Estás loca, siempre con tantas prisas, deberías relajarte un poco. ¿Le pasó algo a la persona del coche?
- No, no, solo el susto… Me soltó una buena bronca, y me dijo que no se pasaría por el pub.
- ¿El pub? ¿Le dijiste que se pasara por el pub a la persona que estuvo apunto de atropellarte?
- ¡Claro! Quería disculparme, era un hombre, mayor, y guapo, la verdad…
- Ahora me dirás que te gustó.
- ¡No! Pero creo que no era tan serio como quiso parecer.
- ¡Estuvo apunto de atropellarte, como querías que estuviera!
- Ya… Bueno, seguro que volveremos a vernos.
- En serio Julia, a veces pienso que estás completamente loca.

Tras la conversación se dedicaron a estudiar juntas para el siguiente examen… Mientras Paolo continuaba con la rutina, en este caso más variable, del trabajo, y como cada mañana, primero a repasar la agenda con María, su secretaria.

- A ver María, ¿Qué tenemos hoy?
- A primera hora reunión con el Sr. Martínez. Después con el Sr. Márquez. Comida. Y tarde de trabajo sin más reuniones, el grupo está preparado.
- De acuerdo, gracias, avísame cuando llegue el Sr. Márquez.

El grupo eran tres personas que trabajando junto a él, Manuel, Francisco y José, este último aun a prueba. A primera hora, como bien le había dicho María tenía reunión con el Sr. Martínez… Su jefe, el cual se había llevado bastante bien con el durante muchos años, pero que ahora andaba algo distante, y más alterable de lo habitual.

Julia acabó su segundo examen y tras despedirse de Paula se marchó a la residencia, tenía una tarde para descansar… Y no pensaba perder la ocasión.
Llegó a casa, y como cada día lo primero que hizo fue desnudarse y meterse en la ducha durante media hora, después algo de comer, poca cosa pues era una horrorosa cocinera, y por último a relajarse con una pequeña siesta en la cama.
Tras despertar tomó un café, y practicó un rato con la guitarra, la cual tocaba desde los 11 años, y con bastante soltura, y dejo las horas correr sin pensar nada más que en su música.


Paolo tuvo un largo y cansado día una vez más, su jefe cada día estaba más susceptible, lo cual les llevaba a discusiones que antes no habrían tenido. Esta vez consiguió escapar del trabajo a las 20:00 y aprovechó para tomarse algo con los chicos del “grupo”, todos empezaron con un cierto miedo al comenzar a trabajar con él, y todos llegaron a la misma conclusión “Paolo es duro y te exige en el trabajo, pero fuera de él, es uno más”.

Tras un par de cervezas marchó a casa, y tomó un laaargo baño de agua muy, muy caliente, cosa que se permitía una vez al mes aproximadamente, pues siempre llegaba demasiado tarde y decidía darse una ducha.
Tras ello preparó el traje del día siguiente (como hacía cada noche), y cocinó pizza casera, mimándose un poco más, pocos días escapaba tan “temprano” del trabajo, tenía que aprovechar, y procuraba hacerlo.

Antes de tumbarse en el sofá, buscó la tarjeta de un cliente, la cual había recibido el lunes y no sabía donde la había guardado. Tras revisar media casa, buscó en el traje, encontrándola en un bolsillo interior del mismo, y volviendo a dar una vez más, con la invitación recibida de Julia.
Se quedó mirándola “Pub Blue Note”… Pensó en tirarla pero la acabó dejando sobre el escritorio de la habitación, volvió a mirarla, y se marchó al salón para tumbarse en el sofá y ver relajadamente la televisión.


Continuará…

1 Pensiero:

Blanka dijo...

Bien.... vamos avanzando. A la espera de más entregas!!
(Me va gustando)
¡¡Besos!!

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