jueves, 20 de septiembre de 2012

Recuerdos Imborrables...



Hace mucho que no escribo en el blog, pues siempre guardo cosas escritas solo para mí… Casi un mes, tres días han faltado, y no por falta de ganas, sino quizás más bien por falta de ánimo.
He tenido días en los que te he añorado enormemente, más que quizás hace 8 meses, cuando todo era más reciente, pero la herida en contra de esa mentira universal, no, no la cierra el tiempo… Este se dedica a recordarte que sigue ahí, y nunca va a desaparecer.

Pero dejemos las penas a un lado, sabes que siempre me gusta sacar mi sonrisa ante los demás, y que estos sonrían conmigo, y que mayor sonrisa que mis peques, que siempre me hacen olvidarme del mundo en que vivimos, y me convierten en uno más de ellos.
Ayer hablaba con Raúl por teléfono, me llama (si él, no su padre) casi todos los días, para contarme como le ha ido en el colegio, o como le va con su novia Nerea, con la que está teniendo ciertas discrepancias… Es lo que tienen estas relaciones a los 4 años y medio, que las niñas son malas desde pequeñas… Ais, el pobre se va dando cuenta.

Laura, se ha ido de Erasmus a Inglaterra, y está feliz y contenta, y yo orgullosísimo de ella… Ayer hablaba con ella por Skype (vivan las nuevas tecnologías), y no dejaba de sonreír ella y de babear yo… Y es que aun siendo mi mayor, sigue siendo una peque para mí, que la conozco desde que era una pequeñaja, y ahora la veo tan responsable y madura.


Álvaro ha entrado en la lista definitiva del equipo de futbol, si es que está claro, es un deportista, ¡como su tío! Y además, sorprendentemente serio y responsable, eso si, sobre el campo y en los estudios… Después no para de sonreír todo el rato, muchos de nuestros amigos dicen que les recuerdan a mi, y no, hay nada raro eh… Solo que ha cogido muchas costumbres y manías mías, y es que según su madre me admira mucho, y no se yo si eso es recomendable eh.

Por fin se va el calor, que me tenía algo agobiado ya, y viene el fresco, aun vamos en manga corta por la calle, y sin camiseta por casa, pero se fue el agobio, la humedad que ahoga… Ahora da gusto, y sentarse en la terraza suele obligarte a ponerte la camisa o camiseta, pues por la noche refresca bastante. También se nota cuando sales a la calle tras el madrugón, viva el trabajo… ¿A quien se le ocurriría eso de trabajar?

Bueno, creo que el resumen ha sido bueno, prefiero hablar de ellos que de mi, yo tengo poco que contar, el trabajo relajado tras las vacaciones, ya se irá intensificando, el gimnasio, aparcado esta última semana por mi hombro y cuello, el fisio me ha aconsejado que me tome un par de semanas de descanso, tengo los músculos demasiado cargado, y es normal… Cuando me agobio o me dan bajones, vaya palizas le meto al gimnasio.

Pero ante todo, como siempre te dije, hasta el último día, mantendré la sonrisa.


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