Una lágrima en tus ojos es un puñal en mi corazón… Haría cualquier cosa por evitarla, por recogerla, por sanarla, y arrancar una sonrisa de tus dulces labios, esa sonrisa que brilla en tu mirada, la mía, y hace que el día mas oscuro se ilumine.
Lo que sea necesario, eso es, mil veces hice el payaso, me tire por los suelos, salte por el aire, te hice cosquillas hasta patalear para hacerte sonreír e intentar ayudarte a olvidar, a despejarte, a que tus nubarrones desaparezcan por siempre jamás… Te conté historias, cuentos inventados en los que te convertías en protagonista y yo en el héroe o el villano.
Nada vale más que una sonrisa tuya, que preocuparse por tus ánimos, que hacer de tus días un bien que quieras repetir, una suerte que pudimos vivir… Pues una suerte es, poder estar junto a ti.
No tiene precio el mirarte a los ojos, disfrutar de tus palabras, de tu mirada de niña y de tu tierna sonrisa, ni precio tiene poder mirarte a la cara, acariciarte la mejilla mañana tras mañana… Gracias doy cada día por tenerte a mi lado, porque eres en mucho tiempo, lo mejor que me ha pasado.
Un regalo por sorpresa, eso es lo que has sido, una maravilla en mi vida, mientras estaba más dolido… Cuando más falta me hacías, cuando mas te necesitaba, nunca me dejaste solo, nunca me abandonabas… Y ahora soy yo, el que no paro de hacerlo, el que se esfuerza cada día, por mucho que pueda costarme, en arrancarte esa sonrisa, que te anime a besarme.
0 Pensiero:
Publicar un comentario