En la Soledad de tu Compañía...

Susurras en mi oído palabras de esperanza,
Recuerdos imborrables que nunca marcharán,
Recuerdo que yo uso para arrancar esta lanza,
Que en mi pecho está clavada y ya no sangrará.
Miro tu foto, te observo, jugando con tu anillo,
Cada cosa de casa, me recuerda a ti,
Es imposible olvidar esos ojos, olvidar ese brillo,
Pues cuidé de ti siempre, como tu lo hiciste de mi.

A veces te paras a pensar, a plantearte cosas,
Las palabras que te repiten una y otra vez,
Y aunque día tras día, sabes que te llevo rosas,
No sabes si es cosa tuya, o ya será la vejez…
Riéndote estarás al leer mis palabras,
Sacando la niña que siempre llevaste dentro,
Me dirás que para viejas, ya están algunas “cabras”,
Locas sin duda alguna, con quien tuvimos desencuentros.

No hay mejor calma, que la que tengo al escribirte,
Al contarte mi vivencias, mis añoros y mis recuerdos,
Porque nada fue lo mismo desde que tuviste que irte,
Aunque antes de ello, llegáramos a ciertos acuerdos.
Ni por esas, ni en las malas, me dejaste solo,
Lo primero, fue decirme, que me portara bien,
Y siendo por ti me cuido, y siempre me controlo,
Y busco algún apoyo, ya sabes tú quien es.